La joven de 15 años buscada en El Bolsón fue secuestrada
La comunidad de El Bolsón, Río Negro, se encuentra conmocionada por la desaparición de Gaviota Lucero Costich Demetrio, de 15 años, quien fue vista por última vez el domingo 1 de septiembre alrededor de las 21 horas. Según relató su madre, Lili, la joven fue secuestrada mientras asistían a una iglesia evangélica de la localidad. Testigos afirman que la adolescente fue forzada a subir a una camioneta por dos individuos.
En diálogo con Engranaje de Radio Seis, la madre de la joven explicó: «Nosotros estábamos en la iglesia, pasó una camioneta y se bajaron dos chicos y la cargaron a la camioneta. Lo vieron todos los vecinos». Lili también indicó que el baño de la iglesia se encuentra fuera del edificio principal, y que fue en ese momento, cuando Gaviota salió al exterior, que la agarraron en la vereda.
Los hechos se conocieron gracias a los vecinos que presenciaron el secuestro. «Todos los videos de las cámaras de los vecinos y las calles fueron entregadas a la policía», aseguró Lili, dejando en claro que las pruebas del secuestro ya están en manos de las autoridades. Además, testigos revelaron que la joven gritó mientras era llevada a la fuerza, y que unos niños que estaban en las inmediaciones fueron quienes alertaron de la situación.
De acuerdo con la información proporcionada por la familia, los secuestradores enviaron un mensaje desde un número desconocido asegurando que Gaviota estaba bien y que estaba siendo trasladada a Tucumán. Lili, visiblemente afectada, comentó: “Nos conocen todos, casi todo El Bolsón está publicando en Facebook”. Perteneciente a la comunidad gitana, la madre añadió: «Tantos kilómetros, no entiendo nada. Nosotros no le debemos nada a nadie».
Desesperada por la falta de información sobre su hija, Lili describió a Gaviota como «una persona muy buena, no se metía con nadie. Todo el día estaba conmigo, era una chica muy buena». Entre llantos y con la voz quebrada, expresó el dolor que siente la familia: «No descansamos porque no sabemos nada de mi hija».