La ilusión de la cosecha se desvanece para los trabajadores golondrinas
Comenzó en el Alto Valle la cosecha de peras Williams, una de las variedades más importante que tiene el Valle de Río Negro. Sin embargo, este año se calcula una mermas del orden del 20%. Un dato preocupante, porque al fruto le falta tamaño y se espera menor cantidad por plantas.
La ilusión de encontrar un trabajo en la cosecha se desvaneció para cientos de trabajadores golondrinas que viajaron desde Tucumán hacia Mendoza y al Alto Valle rionegrino.
Los trabajadores, que pagaron pasaje de ida y vuelta, se vieron obligados a regresar a sus hogares sin conseguir empleo. Algunos alegaron que las inclemencias climáticas dañaron la flor, que la pera no está en tamaño, o que las chacras ya están completas.
«Qué pena irse tan lejos y volver los brazos cruzados», contó una de las trabajadoras tucumanas que se enteró de la situación. «Es triste solo el que no viajó nunca no sabe como es esa vida si no conseguís trabajo, por lo menos pudieron volver en salud», agregó.
La desesperación se apoderó de los trabajadores que no encontraron empleo. «Es que no hay trabajo, están completas las chacras, me dijeron», contó otro de los trabajadores. A lo que otro agregó, «La desesperación que hay porque aquí no hay nada».
Y partió otro colectivo desde Villa Regina hacia Tucumán también con trabajadores que no consiguieron un empleo temporal.
La situación de los trabajadores golondrinas es una muestra de la vulnerabilidad de los trabajadores temporales. La falta de empleo en sus lugares de origen los obliga a viajar largas distancias en busca de una oportunidad laboral, pero a menudo se encuentran con la desilusión.