1 de diciembre: Día mundial de la lucha contra el sida

El Virus de Inmunodeficiencia Humana, más conocido como VIH, es un virus que infecta y destruye las células de defensa del cuerpo. Esto hace que el sistema inmune sea “deficiente” y que no sea lo suficientemente fuerte como para defenderlo de otras infecciones. Sin embargo, con el tratamiento adecuado es posible evitar el desarrollo del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, más conocido como sida.

En la Argentina, según un informe presentado por las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación en 2022, aproximadamente 140 mil personas viven con VIH, de las cuales un 17% aún no conoce su diagnóstico. Por otra parte, 2,5 habitantes dentro de 100 mil mueren a causa del sida por año. Si bien se ha avanzado mucho en cuanto al estigma y discriminación que existe sobre las personas que viven con el virus, “la crisis no pasó y tenemos que seguir hablando abiertamente en los medios de comunicación”, comenta Javier, activista, comunicador y divulgador científico.

Javier es comunicador y desde temprana edad se dedicó a trabajar en el sector privado hasta que un estudio médico cambió drásticamente su destino. “Desde mi diagnóstico me vinculé con una de las primeras ONGs de personas que viven con VIH SIDA para trabajar con ellos en comunicación”, relata.

Por otro lado, pero con el mismo objetivo, Federico, diseñador gráfico, desde que fue diagnosticado, tuvo que amigarse con su nueva realidad en la cual recuerda no haber tenido contención. Como consecuencia, en 2018 creó @hablemosdehiv, un espacio de conversación, acompañamiento e información. “Me parecía bueno poder charlar con alguien que estaba en la misma situación que yo para acompañarlo porque al mismo tiempo me hacía bien. Esos encuentros me despertaron las ganas de hacer un movimiento al respecto”.

Asimismo, Federico agrega sobre el estigma, reconociendo que ha avanzado bastante en los últimos años, pero que “este tema, tiene una connotación tan negativa, que la gente evita testearse porque prefieren no saber, o incluso se niegan a tomar el tratamiento para negar la realidad de que viven con el virus y lo que eso supuestamente significa.”

Como resultado del estudio Positive Perspectives que se realizó en 25 países, más de la mitad de las personas que viven con VIH no están totalmente satisfechas con su tratamiento, ya que les resulta desafiante su medicación porque tiene un impacto en su calidad de vida y su bienestar. Gracias al avance de la tecnología, en los últimos años se ha avanzado muchísimo en la mejora de los tratamientos disponibles. “La ciencia nos está dando cada vez más respuestas. La aceptabilidad es altísima, las drogas que vienen son muy buenas en ese sentido. Poder pensar en un antes y un después en las nuevas formas de tratar o prevenir la enfermedad cambiará mucho la forma de hablar del VIH SIDA”, afirma Javier.

La Dra. Elena Obieta (MN 76451), médica infectóloga y Jefa del Servicio de Enfermedades Transmisibles y Emergentes de la Municipalidad de San Isidro, comenta: “Cuando empecé a trabajar, el tratamiento disponible consistía en montones de pastillas y los pacientes me contaban lo difícil que les resultaba tomarlas. Hoy vemos que con una sola pastilla se puede controlar la infección y para mí es una innovación médica increíble en términos de tratamiento, con la posibilidad de hacerlo personalizado para cada persona”.

Sin embargo, la crisis no ha terminado y queda mucho por trabajar. “Creo, sin embargo, que un tema muy importante a afrontar es la desigualdad. En la medida en que no abordemos la inequidad del acceso a los servicios de salud en el mundo, pero en especial en América Latina, no vamos a erradicar ninguna de las enfermedades transmisibles”, reflexiona Javier.

Entender los desafíos que enfrentan las personas que viven con VIH permite brindarles un tratamiento que aborde sus necesidades individuales, el cual puede mejorar los resultados de salud y su calidad de vida.

“Gracias a la innovación, en los últimos años ha mejorado la expectativa de vida, pero sobre todo su calidad. Esto también se debe al nuevo sistema de diagnósticos que permite tener información con más rapidez y efectividad”, agrega la Dra. Obieta. Javier, por su parte, afirma que “las personas con VIH y la comunidad científica, incluyendo los médicos que tratan a las personas con VIH esperan con ansias la última meta: una cura y una vacuna”.

La única forma de saber con certeza si se contrajo VIH es haciendo la prueba correspondiente, ya que así es posible tomar decisiones para prevenir la transmisión del virus. Una vez detectado, es importante pensar a largo plazo para llevar una vida saludable.

“Vivir con VIH ha sido algo muy distinto a lo que me imaginaba cuando recibí mi diagnóstico. La mayoría de mis miedos no tenían fundamentos y la tétrica idea que tenía no era real. Haber transitado todo esto me ha hecho crecer como persona en muchos aspectos.” cierra Federico, como una nueva forma de ver y vivir el VIH.

Es fundamental hablar regularmente con el médico, quien puede ayudar a garantizar que se satisfagan las necesidades y a despejar las dudas o consultas respecto al tratamiento.

“Tener VIH no es una carga, todos deben testearse porque es mejor saber y entender que hay un tratamiento disponible para afrontarlo.” concluye la Dra. Obieta

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