La UNESCO alerta sobre efectos negativos de los celulares en el rendimiento escolar
“El estudio de la UNESCO evalúa situaciones a nivel global tanto de países, como de diferentes culturas y contextos socioculturales y económicos”, explicó Darío Álvarez Klar. “Hay algunas afirmaciones muy interesantes que el informe hace, entre las cuales confirma lo que se viene hablando ya hace algunos años, donde la tecnología de por sí no es la garantía de aprendizaje. Tener tecnología al alcance, o usar tecnología en entornos educativos, no es garantía de mejor educación o de mayor calidad. Ahora, al mismo tiempo, el informe afirma que ya la educación sin tecnología no puede ser pensada, ya sea por dispositivos, por plataformas o por accesibilidad. Debe ser una herramienta que no puede estar lejos en las aulas de los alumnos y de los docentes”.
Álvarez Klar, que también es fundador de la Red Educativa Itinere, aclaró: “La tecnología de por sí no es un cuco. No se puede pensar en una educación sin tecnología. Pero tampoco es la panacea, ni es la respuesta en sí misma”.
Si uno ahonda en el informe de la UNESCO, lo que en el fondo advierte es que los celulares no sean un dispositivo distractor y que no se conviertan en la puerta de entrada a ciertos peligros, como por ejemplo el grooming.
Cada vez más países prohíben el uso de celulares en las aulas
Ante este panorama, no son pocos los países que ya están implementando medidas para prohibir dispositivos móviles en las aulas. Países Bajos es uno de últimos en sumarse a esta iniciativa, con una prohibición que entrará en vigor en el 2024 para todos los alumnos de secundaria.
Italia, Suecia y Finlandia, cada uno con sus respectivas motivaciones y regulaciones, son otros ejemplos de políticas de “Cero smartphones” en las aulas. Sin embargo, los casos más emblemáticos son los de Francia e Irlanda. En el país de los subcampeones del mundo, las medidas anticelulares ya tienen más de cinco años.
En Irlanda, en la comarca de Greystones, son un poco más extremos y se autoproclamaron “territorio libre de móviles para niños”: los padres del pueblo han acordado prohibir los teléfonos a los menores de 12 años. Uno de los principales motivos de la prohibición fue ver niños de nueve, diez u once años muy obsesionados con su cuerpo y muy pendientes de su imagen corporal, por culpa del uso irrestricto de aplicaciones de redes sociales.
En América Latina, países como la Argentina, Uruguay y México también están debatiendo la posibilidad de prohibir el uso de celulares en las escuelas para mejorar el rendimiento académico y fomentar una mayor concentración en el aprendizaje.
“En Argentina hoy no hay una prohibición”, explicó Álvarez Klar. Y agregó: “Las recomendaciones de la UNESCO son a nivel internacional. En Argentina la situación no es igual a las de otros países. Primero porque tenemos una enorme brecha de accesibilidad a la tecnología tanto en la posibilidad de acceder a la compra de elementos tecnológicos, pero también en la conectividad. Nuestro país no tiene una conectividad regular. En la pandemia se vio que muchas familias usaban sus teléfonos para acceder a la tarea o a las herramientas que los docentes le enviaban por WhatsApp porque no tenían otra forma de conectarse en distintos lugares del país. Entonces la tecnología debería ser un igualador. Para eso necesitamos que los chicos y las chicas desarrollen habilidades tecnológicas, desarrollen una conciencia del cuidado y de la responsabilidad de su uso. Necesitamos que los docentes aprendan a usarla en forma significativa”.
Beneficios y desafíos de prohibir celulares en las aulas
La prohibición del uso de celulares en las escuelas trae tanto ventajas como desafíos. Por un lado, se espera que reduzca distracciones para fomentar más atención e interacción entre docentes y alumnos.
Según un estudio citado en el informe de la UNESCO, la retirada de los teléfonos inteligentes de las escuelas en Bélgica, España y el Reino Unido mejoró los resultados del aprendizaje, especialmente en el caso de los estudiantes que no estaban rindiendo tan bien como sus compañeros.
Por otra parte, intentar una prohibición total es una tarea que plantea varios desafíos. “La prohibición es un término relativo”, expuso el educador. “Primero porque estamos hablando de una enorme dependencia que los jóvenes tienen con los dispositivos. Segundo porque en países como los nuestro, los alumnos viven con el celular fuera de la escuela y lo necesitan para su vida, ya sea para comunicarse con su familia, pedir un taxi, buscar una ubicación, etc. Por lo tanto, podrían tenerlo apagado en la escuela, pero no pueden dejarlo en casa. Es decir, lo van a llevar igual al colegio”.
El especialista aseguró que una prohibición, como tantas otras, estimularía el uso a escondidas, debajo de un escritorio, en el baño, etc. “La desintoxicación no se resuelve prohibiendo su uso, sino aprendiendo a usar la tecnología. Lo que tenemos que aprender es a generar otras experiencias que también generen interés, placer, curiosidad. Y en esto tiene una función especial la familia y la escuela”, concluyó Darío Álvarez Klar.