Donan 340 kilos de zapallo de la huerta de la cárcel de Senillosa
A partir de la experiencia productiva que el programa PRODA del Ministerio de Producción e Industria, lleva a cabo en el Complejo Penitenciario V de Senillosa se realizó una donación de zapallos a la organización Cáritas de Neuquén.
Dicha donación consistió en 340 kilos de zapallo de las variedades anco, coquena y gris plomo, cultivados en forma agroecológica por los 100 internos que trabajan la tierra en el plan Huertas Terapéuticas en Contextos de Privación de la Libertad.
Esta experiencia se lleva a cabo a partir de un convenio de cooperación firmado el año pasado entre el Programa de Desarrollo Agroalimentario (Proda) y el Ente de Cooperación Técnica y Financiera del Servicio Penitenciario Federal (Encope), y también participa la Pastoral carcelaria de Neuquén.
A partir de este acuerdo y del trabajo interinstitucional se están desarrollando tres módulos productivos ubicados en distintos sectores del amplio complejo penitenciario.
El titular del programa PRODA, Ariel Zabert sostuvo que “hay tres cosas por las cuales trabajamos en las unidades de detención. Para promover una alimentación saludable, y que los detenidos más allá de su condición, puedan acceder a alimentos frescos y sanos; provocar un efecto terapéutico, al vincularse con la tierra, salir del encierro, cultivar a campo, hacer las tareas productivas, todo esto es sanador; y por último, ofrecer una formación para que los internos tengan un horizonte laboral el día de mañana”.
Por su parte la representante de Cáritas de Neuquén, agradeció la ayuda recibida e informó que los zapallos tuvieron por destino comunidades y comedores vinculados a su organización en diferentes localidades provinciales, como Junín y San Martín de los Andes, Chos Malal, Loncopué, distintos puntos de la ciudad de Neuquén, Plottier, Centenario y Vista Alegre.
Caritas es una organización religiosa que trabaja en sentido comunitario a través de un servicio de voluntariado para asistir a personas en situación de pobreza, buscando promover conciencia solidaria y el desarrollo personal, familiar y comunitario.
Huertas en contexto de privación de la libertad
Las tres huertas que funcionan dentro del Complejo Penitenciario V de Senillosa, tienen más de 100 bancales en producción y 5 invernaderos para el cultivo bajo cubierta. En estos espacios al menos 100 internos producen alimentos todo el año.
Cuenta con deshidratadores solares, riego por goteo y un sistema de compostaje que incorpora los residuos orgánicos de la cocina. De esta manera se articula junto con el personal de la institución, transformando los restos vegetales que se generan a diario en la cocina, en materia compostada para nutrir el suelo productivo.
El programa PRODA ha capacitado regularmente al personal penitenciario para que multipliquen los conocimientos entre los internos designados para el trabajo de huerta, y además realiza un acompañamiento permanente, con la asistencia de un ingeniero agrónomo que tiene a cargo el seguimiento de los procesos productivos.
Por otra parte el complejo penitenciario fue incluido en el plan de cultivo de distintas variedades de zapallos que se ha convertido en un eje estratégico del programa. El programa estimula la producción de cucurbitáceas ya que se trata de un tipo de cultivo que se adapta perfectamente a las condiciones climáticas de la región y brinda óptimos resultados agroalimentarios.
Actualmente alrededor de 15 variedades de zapallos se producen en las huertas urbanas que el programa desarrolla, bajo estándares de producción calificados con el sello “100 % Proda”. Con esta distinción recientemente desarrollada por el programa se garantiza que la producción es local, estacional, orgánica, artesanal y saludable.
A tal efecto Zabert agregó “Las huertas que el PRODA desarrolla dentro de la cárcel de Senillosa producen cada vez más alimentos. Y la forma de producción es exactamente la misma que cualquiera de las huertas urbanas, bajo un criterio completamente agroecológico, y los productos que se obtienen son cada vez más solicitados por una sociedad que quiere alimentarse de manera saludable”.
De esta manera se procura brindar a los internos oportunidades trabajo vinculadas a la producción agroalimentaria y generar opciones y hábitos laborales durante el tiempo de detención.
El convenio ha permitido perfeccionar los hábitos laborales de un oficio y obtener productos para autoconsumo y otros destinos, como la provisión de alimentos frescos para el comedor institucional, para organizaciones sociales o incluso ferias o sistemas de economía social que el Proda implementa regularmente.