Negarse a soplar la pipeta puede costar 40 mil pesos
El Bloque Frente Neuquino-UNE-FPN presentó un proyecto de ordenanza que pretende modificar el articulado de la ordenanza 12028
El Bloque Frente Neuquino-UNE-FPN presentó un proyecto de ordenanza que pretende modificar el articulado de la ordenanza 12028 referida a las multas por los valores detectados con el test de alcoholemia a la hora de conducir, y más precisamente modificar la sanción para aquellos que se niegan a realizarse la prueba en un control de tránsito, que hoy pagan el mínimo.
El concejal Fernando Schpoliansky explicó que la iniciativa surgió luego de casi un año de la implementación de la ordenanza “Alcohol Cero al volante” aprobada el año pasado y como un paso más para evitar “ciertas avivadas de los conductores alcoholizados que ven más barato pagar la multa de la negativa al test que la que surge de la real graduación alcohólica en sangre al momento del control”.
En este sentido el edil explicó que, “hemos notado que con la implementación de la norma muchos conductores directamente se niegan a realizar el test de alcoholemia para pagar así la multa mínima establecida que rige hoy en el código de faltas. Debido a esto vemos que para crear conciencia del peligro que conlleva la ingesta de alcohol al conducir y para producir un cambio de hábito real en toda la sociedad es necesario cambiarlo, modificar la norma y que el test sea obligatorio. Y si aun así, el conductor se negara a que le realicen el control, aplicarle la multa más alta correspondiente a los valores de alcohol de sangre”, describió.
En su artículo 244 la ordenanza prevee que la negativa a realizar la prueba de alcohol constituye falta, la que será sancionada con multa de 8401 a 12.000 módulos, inhabilitación para conducir y secuestro del vehículo.