Psicólogos de la región presentaron recomendaciones por la cuarentena

Este jueves se presentó un documento sobre los riesgos psíquicos frente a situaciones límite como la pandemia, y las herramientas a disposición para superarlo.


Del documento se desprenden un variedad de recomendaciones que pueden servir de gran ayuda para entender el contexto de la pandemia y tener herramientas para afrontarlo.
Destacan que no se trata solamente de no contagiarse del virus, sino también de no contagiarse de la violencia. De no ver a nuestros semejantes como un peligro
Documento realizado por la Comisión Científica del Colegio de Psicólogos del NeuquénDistrito V:
Contagio de virus y contagio de violencia
En esta situación tan particular que nos toca vivir, podemos tomar diversas actitudes frente a los otros que nos rodean. Nuestras formas de relacionarnos dependen de la historia personal, marcada por lo que desde la psicología llamamos identificaciones, siendo estas mismas las que también rigen las conductas de los individuos frente a la sociedad o cualquier tipo de vínculo.
Ante una pandemia o situación límite (terremoto, tsunami, guerras, hambrunas, accidentes, etc.) corremos ciertos riesgos psíquicos: la pérdida de nuestra identidad habitual y cotidiana, el temor paralizante frente a la amenaza de muerte y frente a lo desconocido por venir, la exacerbación de estados anímicos angustiosos, las descargas impulsivas que llevan a la violencia para con los que nos rodean de cerca o de lejos. Un ejemplo actual, ¿qué sentido tiene lo que observamos en los informes periodísticos sobre un conjunto de habitantes de departamentos que excluyen o agreden a un vecino que trabaja en el ámbito de la salud?
Estos hechos muestran un modo de resolver esos padecimientos psíquicos que surgen en situaciones límites. Claro está que no es la forma en que uno actuaría normalmente. Tenemos entonces 2 opciones:
A. Accionar frente a nuestros temores con nuestros recursos habituales: nuestra capacidad reflexiva, de empatía, de mantener los afectos vivos, otorgando una revalorización de sentido cuyo fin es superar la crisis.
B. accionar a partir de un típico mecanismo psíquico, trágicamente conocido por la historia humana como fenómenos de masa (recordemos como ejemplos: la violencia de las hinchadas en deportes populares, la violencia de las bandas de jóvenes, los linchamientos populares frente a la sospecha de personas que pudieron cometer acciones socialmente condenables, las guerras religiosas, las agresiones del racismo, los fanatismos políticos como el nazismo, el stalinismo, etc.)
En síntesis, un procedimiento de discriminación masivo o grupal hacia un semejante, de manera irracional, excesiva y extremista. Esto produce que el otro, que vive lo que sucede como irrupción traumática de la misma manera que nosotros, sea percibido como alguien que no es un semejante o como un potencial enemigo.
Cuando tenemos miedo, desde el punto de vista psicológico podemos responder, al menos, de cuatro formas distintas:
1. confiando en los recursos propios (que tiene que ver con compartir, expresar, sincerar nuestros sentimientos, valorar nuestras experiencias en conflictos previos, realizar actividades enriquecedoras para nuestro espíritu, des-acelerarnos de nuestro ritmo cotidiano anterior a la cuarentena, para poder disfrutar del hogar, etc.) y confiando en los recursos de los profesionales de la salud.
2. proyectando el temor hacia algunos individuos que se tornan equívocamente amenazantes (ejemplos: personal de salud, personas que están obligadas a trabajar en suministros básicos, fuerzas de seguridad, transportistas, extranjeros, viajeros, etc).
3. mediante el bloqueo afectivo, el aislamiento, la pasividad o la paralización. O también generando síntomas en el tiempo como: insomnio, confusión, ansiedad, taquicardia, sudoración, desesperanza, reacciones agresivas intrafamiliares, etc. En el caso de este último grupo de respuestas, es conveniente consultar a un profesional de la salud mental.
4. mediante la inclinación a sumarse a movimientos de masa. Existe una diferencia entre masa y colectivo social: la primera, es la pérdida de la identidad para dar rienda suelta a la satisfacción de los impulsos; el segundo, es la identidad de muchos en función de una satisfacción comunitaria o social. En una masa, hay alguien que trae respuestas que se asemejan a verdades incuestionables. En cambio, en una sociedad, las respuestas se encuentran en la articulación de puntos de vista entre sus ciudadanos a través de sus instituciones (redes solidarias, asociaciones civiles, centros comunitarios, clubes barriales, escuelas, hospitales, etc.).

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