“Chani” Sapag propone exenciones para las pymes en el impuesto al cheque

“Chani” Sapag presentó un proyecto que busca evitar a las mini pequeñas empresas una “doble imposición” que se produce en las transacciones bancarias por la superposición de impuestos en el funcionamiento financiero.

La iniciativa contempla la exención del impuesto al cheque cuando las “micro” y “pequeñas” empresas liquidan –a través de una cuenta bancaria- el pago de gravámenes nacionales, provinciales, cargas sociales y tributos aduaneros. Para las firmas que están categorizadas como micro y pequeñas la exención será del 100% y en el caso de las empresas tipificadas como “medianas tramo 1”, la propuesta prevé reducir la carga en un 50%.

En los fundamentos del proyecto Sapag menciona que en marzo de 2001 se sancionó la ley 25.413 que estableció la creación del impuesto sobre los débitos y créditos bancarios, que gravó todos los movimientos de cuentas corrientes privadas con un 6 por mil por cada movimiento. La diputada agregó que en junio de 2017 la AFIP estableció un régimen que, mediante la utilización de volantes electrónicos de pago, bancarizó la totalidad de los pagos tributarios.

“Desde la entrada en vigencia de esta norma cada vez que una empresa paga impuestos o cargas sociales están obligados a abonar también el impuesto sobre los débitos y créditos. Es decir, se paga impuestos por pagar impuestos”.

Por otro lado, con la sanción de la ley PyME se le permitió a las pequeñas y medianas empresas computar el Impuesto a los Débitos y Créditos como pago a cuenta del Impuesto a las Ganancias. Sin embargo, manifestó la Diputada, “por tratarse de un pago a cuenta del impuesto a las ganancias, hay un período de tiempo muy amplio entre el momento en que se genera el pago del Impuesto a los Débitos y Créditos y el momento en que se puede utilizar el pago a cuenta. Este período puede ser de cuatro a dieciseis meses, un tiempo muy prolongado para tener créditos fiscales inmovilizados en un segmento como el PyME, donde los impuestos generan una gran erosión sobre sus márgenes y, sobre todo, capital de trabajo”.

“Soy consciente de que este impuesto, que en principio era temporal, representa en la actualidad aproximadamente el 15% de la recaudación tributaria del Estado Nacional, con lo cual sería una irresponsabilidad pedir su eliminación completa, aun cuando se trata de un impuesto claramente regresivo; pero, con el afán de que las PyMEs dejen de pagar impuestos sobre impuestos, y en virtud de que el carácter de pago a cuenta no impactaría en términos de recaudación, es que propongo que en vez de gravar y luego devolver el impuesto, directamente eximamos a las PyMEs de este impuesto en el pago de impuestos nacionales, provinciales, cargas sociales y tributos aduaneros. Según el último informe de la Jefatura de Gabinete existen más de 200.000 empresas registradas como Micro y Pequeñas que se verían beneficiadas con esta modificación”.

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