Deberá pagar casi 200 mil pesos a una vecina por podar sus árboles
La Cooperativa de Electricidad Bariloche y el jefe de una cuadrilla de operarios deberán pagar casi 200 mil pesos a una vecina de Villa Los Coihues que los demandó por podar 60 árboles nativos en su terreno.
La tala fue realizada por una cuadrilla de tres operarios en abril de 2011, el marco de la poda preventiva que realiza la CEB para anticiparse a los problemas que puede ocasionar la nieve en el cableado.
Siete años después, la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Minería condenó a la CEB y al jefe de la cuadrilla por la tala ejecutada en el inmueble sin permiso. La suma a pagar es de 63.600 pesos, pero teniendo en cuenta los intereses, la cifra asciende a los 194 mil pesos si fuera pagada hoy (28/09).
La demandante recordó que ese día, “derribaron los coihues y cipreses de la calle y al llegar frente a mi terreno ingresaron dentro del mismo derrumbando el alambrado y talaron más de 60 árboles nativos entre añejos y renovales. Estamos hablando de árboles nativos de gran porte y de mucha edad, de 2 a 300 años de edad”.
La sentencia del tribunal corroboró sus dichos con la declaración de los testigos, las fotografías presentadas y una inspección ocular en el terreno.
“Esta resolución marca precedente sobre las llamadas podas preventivas, que aún hoy continúan incentivando y desencadenándose luego en talas” reflexionó la mujer agradeciendo a los vecinos y organizaciones por su respaldo en la causa.
El tribunal, compuesto por Edgardo Camperi, Emilio Riat y Alejandra Paolino entendió que no existe prueba documental fehaciente de la supuesta emergencia a la que hicieron referencia los demandados para justificar la tala.
“Lo único urgente para restaurar el servicio era, obviamente, despejar las ramas que contactaban con el tendido, lo cual podía realizarse indudablemente sin invadir el inmueble de la demandante y sin talar los árboles de su interior, ya que los cables transcurrían a más de dos metros del predio privado, de acuerdo con el peritaje de agrimensura” consigna la sentencia.
“El derribo de ese cerco y de los árboles interiores se ha debido a un obrar obviamente displicente y desmedido, ya que no puede atribuirse a error excusable alguno” aseguró el tribunal.
Para los jueces, en la inspección ocular “quedó claro y explícitamente reconocido que, en su lugar, los operarios aprovecharon la ocasión y la interrupción del servicio para limpiar “todo lo posible”, no solamente “lo que estaba tocando” el cableado sino también “el potencial de al lado”.
“Lo ejecutado fue en gran medida una tala más que una poda preventiva, porque varios ejemplares fueron cortados prácticamente de raíz” sostiene el fallo. “Por lo demás, no se ha demostrado que el inmueble de la demandante estuviera concretamente afectado a una servidumbre administrativa de electroducto” agregan.
“En definitiva, la conducta observada ha sido claramente antijurídica, ya que ninguna causal de justificación se ha demostrado en el caso” concluyeron.
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