Se abrió la puerta a inversores para poner 100.000 hectáreas bajo riego

La meta de estas normas, aprobadas por amplia mayoría, es “poner nuevas tierras en producción, a partir de captar inversiones y organizar a todas las partes interesadas”.

“Son herramientas necesarias para que el Estado cumpla con su rol articulador”, argumentó el Legislador de Juntos, Leandro Tozzi a la hora de comentar el proyecto de Ley que adhiere al sistema de Participación Público-Privada de inversiones, y otro que declaró de interés el proyecto productivo de “Negro Muerto”, donde se pretende poner bajo riego 100.000 hectáreas.

“Estamos ante la oportunidad de generar infraestructura a gran escala sin tomar endeudamiento, y agregar que el riesgo financiero lo asume el privado. De este modo se podrán ejecutar importantes obras de riego que antes hacía el Estado”, señaló el legislador de Valle Medio.

Ante algunos cuestionamientos durante el debate, formulados por la oposición, el presidente de la bancada de Juntos, Alejandro Palmieri, aclaró que “que existan empresarios exitosos, debe dejar de usarse como una mala palabra, porque generan mano de obra e invierten”.

En este sentido, Tozzi se lamentó porque “algunos legisladores ponen los intereses partidarios por encima de los de su región y de su provincia”, e indicó que el programa de desarrollo de “Negro Muerto”, debe contemplar “el recupero de las inversiones”, y además adelantó que “pasado un plazo, que podría rondar los 15 años, todas las obras pasan al Estado rionegrino”.

El sistema de Participación Público-Privada “canaliza las inversiones privadas para vincularlas a los dueños de los campos”, acotó Tozzi, quien aclaró que “es un proyecto que ya está en marcha, con trabajos de ingeniería, de análisis económicos, de topografía”.

Adelantó que “ya se ve como algo concreto, a partir de un trabajo cotidiano que se está realizando”.

El legislador explicó que en esta iniciativa, el Estado debe articular los diversos potenciales en danza, como la disponibilidad de agua, el interés de los inversores, y las iniciativas de los dueños de la tierra.

Sobre la validez de la herramienta votada, que permite la articulación público-privado, Palmieri indicó que “se trata de una herramienta, como un martillo, que puede arreglar algo o romperlo. Depende de la mano, de las intenciones y de la capacidad de quien lo use”.

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