A 22 años del Triple Crimen del laboratorio en Cipolletti
El crimen del laboratorio de Cipolletti es un hecho policial que conmocionó a la ciudad argentina de Cipolletti, en la provincia de Neuquén, el 23 de mayo de 2002.
Ese día, en un laboratorio de análisis clínicos ubicado en la esquina de las calles Roca y 25 de Mayo, fueron asesinadas brutalmente la bioquímica Mónica García, la psicóloga Carmen Marcovecchio y su paciente Alejandra Carbajales.
Detalles del crimen:
Las víctimas fueron encontradas atadas, apuñaladas y con quemaduras de ácido acético.
La escena del crimen era dantesca y evidenció una gran saña por parte del asesino.
Un cuarto cuerpo, el de Ketty Karabatic de Bilbao, también fue encontrado en el lugar, pero aún con vida. Falleció horas después en el hospital.
El asesino huyó del lugar en bicicleta.
Investigación y juicio:
La investigación del crimen estuvo a cargo de la Policía de Río Negro y del Ministerio Público Fiscal de Neuquén.
El caso fue complejo y se dilató durante varios años.
En 2008, David Sandoval fue condenado a prisión perpetua por el triple crimen. Sin embargo, en 2013 la Corte Suprema de Justicia de Neuquén lo absolvió por falta de pruebas.
En 2018, Sandoval fue nuevamente condenado a prisión perpetua por el mismo crimen.
Actualmente, el caso sigue impune, ya que no se ha podido identificar al verdadero autor o autores del crimen.
Consecuencias del crimen:
El crimen del laboratorio de Cipolletti tuvo un profundo impacto en la comunidad de Cipolletti y en toda la provincia de Neuquén.
Las familias de las víctimas aún buscan justicia después de más de 20 años.
El caso se ha convertido en un símbolo de la impunidad y la violencia en Argentina.
Cobertura mediática:
El crimen del laboratorio de Cipolletti tuvo una amplia cobertura mediática en Argentina y en otros países.
El caso ha sido objeto de numerosos informes periodísticos, programas de televisión y documentales.
La historia también ha sido adaptada a una obra de teatro.
El crimen del laboratorio de Cipolletti es una tragedia que aún sigue viva en la memoria de la comunidad de Cipolletti. Es un caso que nos recuerda la importancia de luchar contra la impunidad y la violencia.