La caída de la actividad turística impacta sobre las Estaciones de Servicio
El decaimiento recesivo del panorama turístico, hizo que en el sector estacionero, que opera como un apoyo logístico fundamental para la movilidad vacacional, se prepare para un bimestre desfavorable respecto de los años anteriores.
La frase instalada en la sociedad por parte del presidente de la Nación “No hay plata”, simboliza la demostración del comportamiento de los ciudadanos que pensaban utiliza sus autos para viajar a descansar, pero decidieron por el momento retraerse de gastar, ya que el poder adquisitivo los llevó a tener que decidir entre artículos de primera necesidad y entretenimiento.
Por todos estos factores, la dirigencia expendedora apuesta a la actividad agrícola y ganadera, para “compensar” la debacle de la cantidad de litros despachados en el segmento de las naftas.
Así lo especificó a surtidores.com.ar, el presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de San Juan, Miguel Caruso, quien destacó que al día de hoy, los referentes del turismo provincial le informaron que solamente se alcanzó un 37 por ciento de reservas hoteleras y de paquetes para el verano.
Estos porcentajes dieron por tierra con la esperanza de los estacioneros, especialmente aquellos que están ubicados en las rutas y los centros más visitados de Cuyo, de reactivar el nivel de expendio. “En nuestra zona, el grueso de las estaciones son nafteras, lo que nos lleva a preocuparnos por la manera en que deberemos afrontar los costos de la inflación general cotidiana y también, el reclamo de revisión de paritarias por parte del sindicato”, dijo el dirigente.
En este contexto, Caruso comentó que “tenemos la confianza puesta en el período de cosecha de la uva, porque en el último tiempo, el clima fue bastante más benévolo con las plantaciones, con lo que nos da una pauta de que los colegas que trabajen con empresas y clientes dedicados a la actividad rural, podrán `emparejar´ sus balances con las cargas de gasoil”.
Sin embargo, el referente sanjuanino dejó en claro que el esfuerzo que demandará la recesión del período más próximo, implicará un esfuerzo mucho más profundo para la sostenibilidad de las operadoras de combustibles que el que se venía realizando cuando el precio al surtidor estaba congelado.
“Confiamos en que cuando el valor de las naftas y el diesel se terminen de equiparar con la situación internacional, podremos pensar en una normalización de la actividad”, sentenció.