Neuquén afianza el control y erradicación de la brucelosis bovina
Desde 2008 se desarrolla el Plan Provincial de Vacunación contra la brucelosis en asistencia a los pequeños productores ganaderos de todo el territorio. Anualmente se asiste a alrededor de 1300 productores permitiendo lograr de esta manera la sanidad de sus animales con la consecuente prevención de la enfermedad, mejorando la producción y la salud de la población.
“En la última campaña desarrollada entre marzo y julio de 2022 se asistieron a 1382 productores con un total de 8303 terneras, lo que arroja un promedio de 6 terneras por productor. En convenio con SENASA y el Colegio Médico Veterinario de Neuquén se estableció la capacitación de técnicos (no profesionales) para la participación en las tareas de vacunación estableciendo como límite para la asistencia provincial una cantidad máxima de 15 terneras por productor, por lo que aquellos productores que exceden está cantidad deben acudir a la atención de un veterinario en forma privada”, explicó el director provincial de Ganadería y Salud Animal, Marcos Lauge.
Agregó que “la ejecución de la campaña estará vigente hasta el 30 de julio y se desarrolla a partir de marzo requiriendo la intervención de técnicos y profesionales de las distintas agencias de producción dependientes de la secretaría de Desarrollo Territorial y Ambiente”. Sumó que para este trabajo “se involucran 31 técnicos con una dedicación promedio de 40 jornadas laborales”.
La ejecución de este plan de vacunación requiere capacitación de los y las técnicas/os, vacunas y todo el instrumental veterinario, movilidad, combustible, caravanas, talonarios de registro, entre otros. Estos costos se traducen en 447 pesos por ternera vacunada.
En relación a la eficiencia del programa, según los registros de la última campaña (8.303 terneras) y la vacunación por parte de los veterinarios privados, en la provincia se vacunan un total aproximado de 25.000 terneras al año (Datos SENASA). La cobertura es del 90% debido a una óptima complementariedad entre la actividad privada y la estatal, lo que permite buenos resultados. Esto se ve también reflejado en la baja detección de la enfermedad en los rodeos.