Se cumplen 86 años del Puente Carretero

El impulsor del proyecto de construcción del puente carretero sobre la Ruta Nacional 22 fue el entonces gobernador de la provincia de Neuquén, Carlos H. Rodríguez, quien en 1932 se dio cuenta de que el paso de una ciudad a otra en balsa o bote como se hacía en ese momento, no acrecentaba las posibilidades de desarrollo de la región. El plan del gobernador tuvo principal atención por parte del gobierno Nacional, porque no solo uniría las principales localidades de la Confluencia, sino que sería un eslabón terrestre clave entre el Atlántico y la Cordillera.

En esa época los caminos ni siquiera habían comenzado a enripiarse, aunque desde 1920 el automóvil y el camión se estaban difundiendo con rapidez. Para los años 30, muchos chacareros aún seguían movilizándose en sulky y tomaba auge además contratar servicios de autos de alquiler para trasladarse entre chacras o lugares lejanos.

El gobernador Rodríguez no pudo ver concretado el puente porque falleció en Buenos Aires en Abril de 1934. La obra no se tornó sencilla pero siguió avanzando. Se hicieron profundas excavaciones, movimientos de suelos, cálculos y mucha fuerza humana. Una piedra esencial se colocó el 26 de mayo de 1935 en el puente sobre el río Neuquén, el cual une a las provincias.

La obra fue financiada con recursos de la Ley 11.658, la que establecía que el producto de sobreprecio de venta de la nafta sería destinado a la construcción de puentes y caminos. La construcción de la gran infraestructura estuvo a cargo de la Compañía General de Obras Públicas (Geopé).

Si bien Carlos H. Rodríguez fue el impulsor de la obra, se considera que uno de los inspiradores de este puente fue el militar inglés de nacimiento y argentino por adopción Ignacio Fotheringham, quien se arrojó a las turbulentas y crecidas aguas del río Neuquén y nadó en busca de un paso para que el Ejército pudiera continuar su marcha hacia el sur. Sin quererlo inspiró lo que casi medio siglo más tarde sería el puente carretero que ya cumplió 80 años de vida.

Antes de 1900 fue el ferrocarril el que estiró sus rieles por donde se dice que Fotheringham había explorado a nado. El Ferrocarril del Sud no quería nada que no fuesen trenes por el paso. Tuvieron que transcurrir 25 años para que una balsa a 500 metros de mole de hierro cruzara a los vecinos de la naciente colonia del Alto Valle.

La conexión entre ambas era fundamental

Neuquén, al ser capital de Territorio contaba con toda la parte administrativa de la región y tenía una gran concentración de empleados públicos, funcionarios y profesionales. Así mismo, era el pueblo seleccionado para sede regional de diversas reparticiones nacionales.

También tenía la mayor concentración de población, una fuerte supremacía administrativa y militar, aunque Cipolletti y General Roca tenían una mayor influencia comercial. La habilitación del puente carretero disminuyó el tiempo que tardaba el traslado de 7 kilómetros desde Neuquén a Cipolletti a su tiempo real.

Descripción técnica-estructural del puente

Las características principales del puente fueron reveladas por el periodista e investigador Héctor Pérez Morando: “El puente principal está formado por 9 tramos de 51,6º metros cada uno, salvados con arcos atirantados de hormigón armado, de 6 metros de ancho y dos veredas de 1 metro junto con parapetos de 1 metro de altura.

Cada uno de los 8 pilares están fundados sobre dos cilindros de hormigón armado hincados a una profundidad media de 12 metros bajo del lecho del río. Los estribos apoyan, cada uno, sobre 4 cilindros hincados a la profundidad ya señalada. El puente de hormigón armado de 15 metros de luz y calzada de 6 metros de ancho sobre el canal Roca en el acceso lado Cipolletti”.

El costo total de obra fue -según la misma fuente- de $920.700 incluyendo expropiaciones e indemnizaciones.

FUENTE: medium.com

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