Presentaron Proyecto de Comunicación para que YPF se asiente en Neuquén
En los tiempos que corren, donde la demanda energética nacional e internacional no deja de aumentar, importa una decisión estratégica que favorece la integración regional de nuestros enclaves de producción energética, y que busca generar impactos positivos de la industria petrolera en regiones que, durante muchos años, fueron consideradas zonas de sacrificio.
El traslado de la administración central de YPF a la Provincia de Neuquén, significará el traslado de personal y la necesidad de inversiones en infraestructura para montar el complejo que actualmente existe en Puerto Madero, pero en el lugar de origen de la fuente energética.
Asimismo, jerarquizará el mundo del empleo privado en toda la nor Patagonia, adosando las tareas de administración y planificación de la política de la compañía, a las tareas concretas de la exploración y desarrollo de las áreas ubicadas en el ámbito de Vaca Muerta, que definitivamente es, la carta de una posibilidad para la soberanía energética en nuestro país.
Esta iniciativa está inspirada en las manifestaciones del Ministro del Interior Wado De Pedro, ya citadas más arriba.
Federalismo es Trabajo.
Compartimos asimismo, la definición acerca del federalismo que también ha sido referida por el Ministro del Interior: federalismo es trabajo. La argentina es cada vez más federal, mientras seamos capaces de generar oportunidades de empleo genuino y desarrollo económico en cada rincón de nuestra patria.
En este sentido, la medida aquí solicitada no solo federaliza la administración de una de las empresas más importantes de nuestro país, sino que también apunta a fortalecer el empleo en el sector privado en una provincia donde el empleo público es predominante. Hace 10 años, Vaca Muerta es el dinamizador de una nueva realidad en el mundo del trabajo en la Patagonia y este rumbo se fortalece sin dudas, con una decisión como la que aquí se propicia.
La economía de toda la Nor Patagonia será impactada por esta decisión, que claro está, no se ejecutará de un momento para el otro.
Sin embargo, debemos saber que sienta las bases de un país verdaderamente federal.
Por estos días, el debate del momento en la cuestión energética tiene a las provincias patagónicas
como protagonistas.
Hemos acompañado y celebrado la decisión de la puesta en marcha del Gasoducto Nestor Kirchner, que tiene como objetivo resolver el cuello de botella que tiene hoy la enorme potencialidad del gas que produce Vaca Muerta.
Sin embargo, la pulsión exportadora debe equilibrarse con una agresiva política de agregado de valor en origen.
En este marco, los desafíos de la época que nos toca en torno a la construcción de la soberanía y el auto abastecimiento energéticos, son a su turno, la mejor ocasión y el contexto propicio para que la principal herramienta de gestión de la cuestión energética que para nuestro país es YPF SA, piense y elabore su política corporativa, desde el lugar donde la energía surge.
También impone la necesidad de seguir fortaleciendo la estructura productiva atada al desarrollo de nuestro subsuelo: la Patagonia debe producir GNL, sino estamos condenados a reproducir en el área energética, un modelo sostenido en las exportaciones de la pampa húmeda.
La cercanía con el territorio que otrora fuera concebido como una zona de sacrificio, seguramente impondrá una nueva visión de los asuntos, que contribuya a desterrar el unitarismo que el centralismo porteño ha impuesto a la vida de la Argentina federal que tanto anhelamos.