En el último año se abrieron nuevos centros de atención para usuarios del servicio eléctrico
Luego de gestiones del Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE), los usuarios del servicio eléctrico de Fernández Oro, Chimpay, Ingeniero Huergo y del balneario El Cóndor, ya cuentan cerca de sus casas con oficinas de EdERSA.
Durante el 2020 se sumarán centros de atención similares en Cervantes, Río Villegas, Villa Llanquín y Lamarque. Desde allí se iniciaron tres procesos de revisión extraordinaria de la tarifa, con audiencia pública incluida, para debatir la incorporación de los costos que implicaría abrir esos centros de atención.
A comienzos del año pasado, la compañía EdERSA poseía en Río Negro 15 sucursales y 26 centros de gestión, cuyo funcionamiento es cubierto con la tarifa que pagan todos los rionegrinos. En la última revisión tarifaria de 2017, la propia empresa había propuesto abrir cinco nuevas oficinas pero, como no se pudo llegar a un acuerdo en esa instancia en relación al reconocimiento tarifario que se pretendía para cubrir su funcionamiento, no hubo avances por parte de la distribuidora.
Fue entonces que desde el EPRE se forzó la discusión separando el análisis de los costos de estos espacios de la revisión tarifaria quinquenal, para dar respuesta a una necesidad de más de 15.000 usuarios registrados en las ocho localidades referidas.
El caso de Chimpay es válido para ejemplificar lo que significaba para los usuarios no contar con un centro de atención de reclamos físico en su localidad. Hasta marzo del año pasado, cuando se concretó la apertura, los más de 1.800 chimpayenses registrados en EdERSA debían soportar largas esperas ante contingencias en el servicio eléctrico, ya que la atención de las eventualidades debía llegar desde Choele Choel.
Ese caso también fue paradigmático en los 22 años de historia que tiene la regulación en Río Negro. Implicó la actuación de oficio por parte del EPRE, a través de una de las herramientas legales que posee, para convocar por su cuenta a una revisión extraordinaria de la tarifa. Ello sin aguardar a que el proceso sea habilitado por la distribuidora, como siempre había ocurrido al momento de pretender una actualización de sus costos operativos.
Durante cada uno de los tres procesos de discusión pública que habilitó el EPRE, su por entonces presidente, Néstor Pérez, abrió el debate explicando que los costos no son asumidos únicamente por los usuarios de la localidad donde se abren los centros de atención sino que se incorporan a la tarifa eléctrica que pagan los más de 220 mil usuarios que posee EdERSA en la provincia. Ello implica que no haya un impacto significativo en la tarifa, a pesar de lo cual debe darse un momento de debate público para que todos puedan expresarse a favor o en contra.
Siguiendo el ejemplo de Chimpay, el impacto en tarifa de la apertura del centro de gestión fue de 0,18%. Y en los casos de Fernández Oro e Ingeniero Huergo, la variación porcentual de la tarifa promedio fue de un 0,46%, lo cual se distribuye en la facturación total que pagan todos los rionegrinos que son usuarios de EdERSA.