El ministerio de Salud emitió recomendaciones ante las altas temperaturas
Las claves para el cuidado de la salud en el verano son la hidratación y la protección del sol, especialmente cuando se trata de bebés, niños, adultos mayores y enfermos crónicos.
El ministerio de Salud de la provincia emitió una serie de recomendaciones atento al inicio de la temporada de altas temperaturas en la región. El calor puede producir efectos perjudiciales para la salud de las personas, sobre todo en bebés, niños, adultos mayores y enfermos crónicos, por lo cual es importante tomar agua segura, alimentarse adecuadamente y reconocer cuándo se está ante un cuadro de golpe de calor.
Para prevenir la deshidratación se debe consumir abundante agua fresca, evitar consumir bebidas alcohólicas o con cafeína como gaseosas, té o café, y comer frutas y verduras. Si están crudas, deben estar lavadas correctamente.
Los bebés deben ser amamantados con mayor frecuencia para evitar que se deshidraten, y se debe recordar que hasta los seis meses de edad sólo requieren lactancia materna exclusiva que debe continuar hasta los dos años de edad junto a una alimentación complementaria adecuada.
Por otro lado, hay que cuidarse de la radiación solar durante todo el año, ya que los rayos ultravioletas también afectan la piel en los días nublados y de poca luminosidad. Se recomienda evitar exponerse al sol en el horario entre las 10 y las 16, y durante el resto del día utilizar cremas protectoras, gorras o pañuelos para resguardar la cabeza, ojos y orejas, y ropa clara y fresca.
El uso de protectores solares debe realizarse aproximadamente 30 minutos antes de exponerse al sol; su aplicación debe renovarse para que el producto mantenga su efectividad pasadas dos horas de exposición continua al sol o después de haber realizado actividad física.
¿Qué es un golpe de calor?
El golpe de calor se produce cuando el cuerpo es incapaz de regular su temperatura porque el mecanismo del sudor falla ante una temperatura corporal elevada y el cuerpo pierde la capacidad de enfriarse.
Para reconocer un golpe de calor hay que prestar atención a los siguientes signos: temperatura corporal elevada; aceleración del pulso; dolor de cabeza; piel enrojecida, caliente y seca -sin sudor-; mareos y náuseas.
Es fundamental solicitar ayuda médica inmediata e implementar las siguientes acciones: llevar al afectado a un lugar fresco y a la sombra, y comenzar a enfriarle el cuerpo con agua para bajar la temperatura.
Para activar el sistema de emergencias médicas, en caso de necesidad, los afectados se deben comunicar al número de teléfono gratuito 107, del Sistema Integrado de Emergencias de Neuquén (SIEN) y reportar la situación.