Más de la mitad de los niños y adolescentes que van a merenderos están malnutridos
La población a quienes indagan concurre a comedores, copas de leche y centros comunitarios del “Movimiento Barrios de Pie”.
Durante el primer semestre del 2019 desde la organización Barrios de Pie en conjunto con el Instituto de Investigación ISEPCI (Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana), dieron continuidad en la provincia de Neuquén a la construcción de la iniciativa territorial INDICADOR BARRIAL DE SITUACION NUTRICIONAL.
La población a quienes indagan concurre a comedores, copas de leche y centros comunitarios del “Movimiento Barrios de Pie”. A continuación se presenta una síntesis de los resultados:
La información procesada y sistematizada a la fecha describe la situación nutricional de 711 niños y adolescentes de 0 a 19 años[1], relevados por los promotores de salud capacitades en el manejo de técnicas antropométricas. Se trata de n/a en situación de alta vulnerabilidad socio-sanitaria, cuyos padres en su mayoría son titulares de programas sociales con transferencia de ingresos. Todos ellos asisten a merenderos, comedores, espacios comunitarios sostenidos por el Movimiento.
En relación al primer semestre 2018 se incrementó la cantidad de niños y adolescentes pesados y medidos, pasando de 470 n/a a 711n/a, como consecuencia de una mayor concurrencia de nuevas familias a estos espacios comunitarios.
Según el Indice de Masa Corporal la mitad de los niños se encuentran en alta vulnerabilidad nutricional: Sobre un total de 632 niños y adolescentes de 2 a 19 años, sin discriminar grupo etario, el 50,95%, 322 n/a, se encuentran en alguna de las variantes de malnutrición, destacando la preeminencia de los indicadores por exceso, sobrepeso y obesidad, que superan significativamente al indicador por déficit alimentario.
Al analizar los grupos etarios, encontramos un incremento de la malnutrición en la primera infancia niños de 2 a 6 años, en relación al relevamiento del primer semestre 2018, pasamos del 44,94 al 48,67% de malnutrición. En los otros grupos si bien no se produce ascenso continuamos registrando significativos valores, en 58,29% en la segunda infancia (6 a 10 años) y 46,70% en los adolescentes (10 a 19 años), continúa siendo alta la preeminencia del sobrepeso y la obesidad, 5 de cada diez de esos chicos no estarían recibiendo una alimentación acorde a sus requerimientos nutricionales.
En el grupo de los lactantes, también se registra un aumento de la malnutrición. Se enciende una alerta por la presencia de indicadores antropométricos en niñxs de 0 a 2 años que dan cuenta que estarían recibiendo una alimentación inadecuada. Según peso/edad, presentan malnutrición el 30,67 % (23n), los indicadores por exceso presentan un 20% (15n) de sobrepeso y 10,67% (8n) de obesidad. También aparecen un 17,33% (13 n) de niños que presentan baja talla para su edad.
Consideraciones generales
La continuidad en la construcción de Indicadores antropométricos relevados me
[1] La población ha sido organizada en 4 grupos etarios: lactantes de 0 a 2 años (75 n), primera infancia de 2 a 6 años (263 n), segunda infancia de 6 a 10 (187 n) y adolescencia de 10 a 19 años (182a). Se construyeron tres indicadores antropométricos: Índice de masa corporal (IMC) para 632 n/a de 2 a 19 años; Talla/edad a todos los n/a (711) de 0 a 19 años y Peso/edad, para 75 lactantes de 0 a 2 años. Ver ficha técnica y anexo metodológico pagina 11/13.
Consideraciones generales
La continuidad en la construcción de Indicadores antropométricos relevados mediante esta Investigación/Acción/Participativa en barrios vulnerables de la provincia de Neuquén, nos permite afirmar que en los niños, niñas y adolescentes 0 a 19 años convocados, continuamos registrando valores de malnutrición significativos, lo cual deja en evidencia la existencia de problemas crónicos y estructurales en una buena parte de la población, para acceder a alimentos nutritivos en cantidad y calidad necesarios.
Cuando analizamos según el Índice de Masa Corporal los indicadores que presentan el total de los niños de 2 a 19 años (632n/a), sin discriminar grupos etarios, registramos un 50,95% de malnutrición, ésta se consolida, identificamos que 322n/a presentan alta vulnerabilidad nutricional, ubicados en indicadores por exceso con preeminencia del sobrepeso y la obesidad, disminuyendo levemente el indicador por déficit.
Otro aspecto que nos permite profundizar la evaluación nutricional (según IMC) resulta de organizar a la población relevada en grupos etarios, allí se destaca el alto porcentaje de malnutrición en lxs tres grupos, de 2 a 6: 48,67%, de 6 a 10: 58,29%, de 10 a 19 años: 46,70%, lo cual moviliza y causa alta preocupación ya que se trata de niñxs que se encuentran atravesando una etapa prioritaria en la que resulta necesario un aporte alimenticio rico en nutrientes.
En el grupo de lxs lactantes, los indicadores peso/edad y talla/edad, continúan aumentando, destacamos la presencia de un 30,67% de malnutrición, aparecen 23 niñxs de 0 a 2 años, que se ubican en algunas de las variantes de malnutrición, también aquí la prevalencia es para los indicadores de sobrepeso y de obesidad, por sobre el indicador de déficit por bajo peso (pc -3), el cual se ubica en 1,42%.
La detección precoz de malnutrición enciende alertas en ambos casos, los indicadores por déficit, ponen de manifiesto la insuficiente ingesta de nutrientes, con serias consecuencias para la salud de estos niños, como así también está comprobado que los aumentos excesivos de masa grasa desde incluso los primeros meses de vida predisponen al sobrepeso y la obesidad en la infancia y la adolescencia.
Las causas, en la mayoría de los casos, son factores modificables durante el embarazo (bajo o alto peso del niño al nacer, ganancia de peso excesiva de la madre, diabetes durante el embarazo), complementación de la lactancia materna con otras leches de manera temprana (en muchos casos por la necesidad de la madre de salir al mercado laboral precarizada sin contar con la posibilidad de amamantar al lactante) o causas prevenibles durante los primeros meses de vida (consumo de alimentos con alto contenido calórico pero bajo valor nutricional, complementación inadecuada de la lactancia materna). Esto evidencia un grave déficit en el acceso al sistema sanitario de las madres durante el embarazo y los primeros meses de vida de los lactantes.
En relación al indicador talla/edad, deben ponernos en alerta los porcentajes que indican baja talla, para el grupo de niños de 2 a 19 años, el 4,72% y de 0 a 2 años, el 17,33%. La presencia de acortamiento, puede explicarse por múltiples causas, pero la principal sigue siendo la desnutrición crónica, o sea niños que durante largos periodos de su vida no han recibido los nutrientes necesarios para tener un desarrollo acorde. Puede ser debido tanto a falta de aporte alimentario como a procesos infecciosos crónicos que produzcan esta situación u otras enfermedades. De cualquier modo, la ineficacia del sistema sanitario para detectar y tratar a estos niños nos habla de que no solo las estrategias de prevención y promoción están fallando, sino también el derecho de esta población a acceder a una atención oportuna.
Lo hasta aquí descripto, indica un proceso de profundización de la vulnerabilidad nutricional en la que se encuentra la población que asiste a copas de leche, merenderos y comedores del Movimiento Barrios de Pie. El presente de estos niños está comprometido por una alimentación inadecuada para su edad, lo cual de no modificarse, abre las puertas a enfermedades tanto en lo inmediato como en la edad adulta. Limitando su crecimiento y desarrollo integral tanto físico como psicosocial, deteriorando su calidad de vida.