El Museo del Riego rescata la memoria de la construcción del Dique Ballester
Con tecnología de última generación y un gran trabajo y compromiso, el Museo del Riego atesora la historia y las imágenes de los obreros que le dieron forma al Alto Valle de Río Negro, transformando el desierto y abasteciendo el agua para poner miles de hectáreas en producción.
Más de dos mil fotografías tratadas digitalmente, maquinarias, centrales telefónicas, documentación y los manuales originales de la mayoría de las máquinas compradas para el proyecto, en excelente estado de conservación.
Funciona en Barda del Medio, en la cabecera rionegrina del Dique Ballester. La inauguración de la muestra, abierta al público, estudiantes, docentes e investigadores, se realizó el pasado viernes por la noche, con una recorrida por los sectores internos y externos del Museo y la proyección de un documental.
El proyecto fue llevado adelante por el municipio de Contraalmirante Cordero, con el aporte de la Universidad Nacional del Comahue y la Secretaría de Cultura de la provincia de Río Negro.
Participaron del evento el intendente de Contraalmirante Cordero, Gustavo Pita, el secretario de Gobierno, Horacio Zúniga, el responsable del Museo, Amadeo Laurín, y el secretario de Extensión de la Universidad Nacional del Comahue, Mg. Gustavo Ferreyra.
En la apertura de la muestra, Ferreyra agradeció a “la generosidad del municipio al convocar a la Universidad para un proyecto tan significativo, como es el rescate de la memoria, la puesta en vigencia de una obra tan importante como la del Dique, considerada por todos los patagónicos como la obra civilizatoria más importante de la primera mitad de siglo XX”.
Ferreyra señaló que “hay una larga tradición en la humanidad de intentar dominar el entorno, de civilizar, civilizar es dominar la naturaleza, y en ese dominio nos hemos puesto a la naturaleza de enemiga, detrás de toda obra que domina la naturaleza está la ambición de generar una mejor calidad de vida para el hombre, las mujeres y su descendencia, y casi siempre tenemos una memoria que se relaciona con los grandes héroes de la civilización, que tienen nombres, apellido y rostro”.
Siguiendo su argumentación, expresó que “nuestra independencia la forjaron San Martín y Belgrano, nuestra educación la forjó Sarmiento, nuestros derechos sociales fueron anunciados por el presidente Perón, nuestra democracia fue construida por Raúl Alfonsín, y así grandes vertientes de la historia que llegan como procesos civilizatorios, la obra civilizatoria más grande, el Dique Ballester, fue ideada por el ingeniero Cipolletti, fue llevada adelante por el ingeniero Ballester.
Hay un texto muy interesante que es ‘Las preguntas de un obrero frente a un libro’, de Bertold Brecht, que dice “no tenían cocinero, no tenían alguien que encendiera las turbinas, no tenían a alguien que paliara para sacar el agua de los canales, no tenían a alguien que construyera paredes”, esas preguntas hoy podemos soñar que se pueden responder, porque hay más de 2.000 fotografías que atestiguan el día a día de la construcción de esa obra tan importante y no es sólo la foto de un convenio, la foto de una firma, la foto de un corte de cinta, están la foto del almacén, de las balsas, las fotos del traslado, las fotos de los cobros, las fotos cotidianas de la obra, eso es fundamental porque rescata del anonimato a aquellos que construyeron y muchos de ellos dejaron su vida, porque murieron más de 100 personas, registradas, en la construcción, rescata del anonimato a mucha gente que ha dejado su vida ahí, y no es una metáfora, ha dejado su vida para que hubiera canales principales, canales secundarios, chacras, alfalfa, viñas, exportación y trabajo para otras personas”.
Finalemente, Ferreyra manifestó que “la Universidad Nacional del Comahue está siempre en deuda con la sociedad, porque aún quienes no concurren a la Universidad pagan la Universidad, aún el trabajador que no va a pasar de la escuela primaria o secundaria, nada más que con lo que le cobran del IVA, paga el presupuesto de las Universidades púbicas, por lo tanto las Universidades Públicas estamos en deuda con el conjunto de la sociedad, este proyecto de rescate es parte de saldar esa deuda, es un proyecto de toda la comunidad, es un proyecto en el que el municipio tiene un rol importantísimo por la cantidad de infraestructura que sostiene y la cantidad de trabajo que paga para sostener el Museo y tiene un trabajo técnico que va a ser muy puntilloso y muy progresivo que va a permitir a lo largo del tiempo poner un haz de luz en aquello que necesita ser rescatado con la tecnología más moderna que se pueda aplicar”.