Se venden frutas y verduras con agroquímicos
Peras, apio, mandarinas, manzanas, frutillas y zanahorias, entre los productos contaminados a niveles dramáticos.
Expedientes del SENASA detallan operativos en los que se constató partidas fumigadas con hasta 22 pesticidas puestas a la venta en el Mercado Central porteño y sus pares de Mar del Plata y La Plata.
Casi el 98% de las partidas de peras ofertadas entre 2011 y 2013 en el Mercado Central de Buenos Aires y sus similares de La Plata y General Pueyrredón -Mar del Plata- dieron positivo en 20 variedades de insecticidas y fungicidas. Prácticamente el 93% de las muestras de apio monitoreadas en los mismos puntos evidenció restos de 16 agroquímicos. Más del 91% de las mandarinas que se comercializaron por entonces en estos también centros de distribución presentaron trazas de otros 16 pesticidas.
Las manzanas, otro ejemplo: el 85% de la fruta reveló presencia de 22 tipos de insecticidas, fungicidas y acaricidas. El 76,6% de las muestras de frutilla expuso restos de 17 plaguicidas. De un total de 27 frutas, verduras y producciones similares relevadas, sólo 4 variedades dieron 0 en contaminación: cebolla, batata, yerba mate y almendras.
Ya en 2016, una experiencia similar -aunque asentada de otra manera en distintos expedientes- fue más allá: ubicó que el 65,4% de las partidas de apio puestas a la venta en los mismos sitios contenía concentraciones de, principalmente, insecticidas y fungicidas por encima de los LMR (Límites Máximos de Residuos) que fija la normativa vigente en la Argentina para este tipo de alimentos.
En total, se constató la presencia de 21 agroquímicos sólo en ese producto, entre ellos el insecticida endosulfán, de uso prohibido en la Argentina desde mediados de 2013. En la zanahoria, el 62,5% de las muestras analizadas dio un resultado similar -6 principios activos, divididos entre insecticidas y fungicidas-.
El pimiento no fue la excepción: el 50% de las muestras reveló una concentración de tóxicos que viola las pautas legales. Se ubicaron 3 pesticidas. En el caso de la frutilla, el 41,6% de la fruta analizada entre 2014 y 2016 también arrojó como resultado una contaminación superior a lo fijado por los LMR. Diecisiete agroquímicos detectados. De 34 productos monitoreados, apenas 8 se ubicaron dentro de lo permitido.
O sea, respetando los límites prefijados. Eso sí, estos últimos expedientes no aclaran si en aquellos casos en los que no se violaron los LMR se detectaron o no trazas de agroquímicos en la fruta y la verdura.
Todo este detalle se encuentra volcado en sendos documentos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) a los que, por pedido legal, accedió la ONG ambientalista Naturaleza de Derechos y que fueron acercados a quien aquí escribe en las últimas horas.
ADN