Desaparición de Luciana Muñoz: a prisión por burlar la detención domiciliaria
Por unanimidad, un tribunal revisor confirmó que Maximiliano Áviles (29), el único detenido en la causa que intenta descifrar qué ocurrió con la joven Luciana Muñoz Aguerre (20), el pasado 13 de junio, dejará de cumplir detención domiciliaria y continuará en prisión preventiva mientras sigue el proceso. Avilés está acusado por mentir en sus declaraciones como testigo en la causa.
Fue a partir de un planteo del fiscal del caso Andrés Azar y de la asistente letrada Carolina Gutiérrez, quienes el lunes pasado habían solicitado a una jueza de garantías la revocación de la prisión domiciliaria que se le había impuesto al acusado en el marco de la investigación. En la misma línea se pronunció la querellante particular en representación de la familia de la víctima en la causa por la búsqueda de Muñoz, Verónica Zabala.
Tal como referenciaron Azar y Gutiérrez, a partir del 22 de noviembre, C.M.A comenzó a ausentarse del domicilio en el que cumplía la medida cautelar: en oportunidades, por pocos minutos, llegando a una salida de 2 horas durante la noche del 12 de diciembre. Los incumplimientos fueron confirmados a través de un reporte de funcionamiento de la tobillera electrónica que tenía colocada el imputado.
El lunes, la jueza de garantías Carina Álvarez revocó la detención domiciliaria y le impuso prisión preventiva por cuatro meses. Hoy, también a instancias de la acusación, un tribunal conformado por las juezas Carolina García y Natalia Pelosso, junto al juez Dardo Bordón, ratificó la prisión preventiva por unanimidad.