Proponen el uso de armas Taser para la Policía de Río Negro
La legisladora Yolanda Mansilla, representante de Primero Río Negro, presentó un proyecto de ley en la Legislatura de Río Negro para incorporar armas no letales, en particular pistolas Taser, al equipo de la Policía de la provincia. La propuesta tiene como objetivo brindar a las fuerzas policiales una herramienta adicional para “la prevención, detección y neutralización de situaciones delictivas” en el marco de una actuación controlada y no letal.
“El objetivo es darle a la Policía de Río Negro herramientas de armas no letales, teniendo en cuenta que hay muchos antecedentes delictivos donde la policía tuvo que defenderse y no terminó con el resultado más deseado”, explicó Mansilla. En su presentación, la legisladora argumentó que estas armas no letales permitirían a los oficiales resguardar la seguridad pública de una manera más controlada y, en ocasiones, menos violenta.
El proyecto de ley plantea que el uso de armas Taser estaría limitado a situaciones donde exista un peligro inminente para los agentes, terceros o el propio individuo implicado. Entre las circunstancias mencionadas para el uso de estas armas no letales, se incluyen “conductas que amenacen la integridad física de los agentes o terceros, conductas violentas que indiquen un ataque inminente y situaciones en las que el número o actitud de los agresores limiten las posibilidades de defensa o cumplimiento del deber”.
De acuerdo con la propuesta, el uso de las pistolas Taser en Río Negro estaría permitido únicamente a efectivos que hayan recibido una capacitación específica en su manejo, y se establecería un registro detallado de los agentes entrenados, junto con los datos de sus instructores y las fechas de capacitación. La legisladora enfatizó la necesidad de control y supervisión sobre el uso de esta herramienta, señalando que cada procedimiento en el que se utilicen las armas no letales deberá quedar registrado en audio y video, permitiendo una revisión administrativa o judicial.
Mansilla destacó también que “a nivel nacional, la Policía Federal ya las estaba usando”, y mencionó que, a pesar de la oposición en algunos sectores, la herramienta podría evitar situaciones de desenlace fatal. La resistencia al uso de las Taser es particularmente notable en sectores que vinculan estos dispositivos con prácticas de tortura, como las picanas eléctricas utilizadas durante la última dictadura militar en Argentina.
Por su parte, la legisladora subrayó que las armas no letales solo podrán emplearse en situaciones específicas, como “para inmovilizar, detener o evitar la fuga de quien represente un peligro inmediato para terceros o para sí mismo, para actuar en defensa propia o de otras personas y para impedir la comisión de un delito de acción pública”.
En cuanto a su funcionamiento, Mansilla explicó que las Taser no letales “provocan inmovilizar a una persona”, lo que, a su criterio, resulta esencial en situaciones en las que la Policía enfrenta un número superior de personas o cuando no es seguro utilizar un arma reglamentaria. Según la legisladora, “resguarda a un grupo de personas y permite a los agentes responder ante escenarios peligrosos sin tener que recurrir al uso de armas de fuego”.
El proyecto de Mansilla propone que el armamento no letal a incorporar esté homologado por una autoridad nacional competente y que su uso ya esté autorizado en otras fuerzas de seguridad del país. Además, la iniciativa fija criterios de actuación específicos y estrictos para su empleo, a fin de asegurar que el accionar policial sea controlado y que solo se aplique en casos de necesidad extrema.
La propuesta de ley de Mansilla sigue generando debate en la provincia, donde algunos ven en las Taser una herramienta necesaria para proteger a los efectivos y a la población civil, mientras que otros cuestionan su implementación por el posible abuso en su utilización.