Marcha a seis años de la desaparición de un taxista y bombero voluntario

Carlos Painemil fue visto por última vez el 2 de junio de 2012. Desde ese día no se sabe qué suerte corrió quien trabajaba hasta ese momento como taxista en la ciudad de Allen, provincia de Río Negro. También se desempeñaba como bombero voluntario.

Las líneas investigativas que sigue la justicia nunca se dieron a conocer y la familia se ha mostrado crítica de su accionar. Seis años sin saber absolutamente nada de lo que pudo haber sucedido con él es otra de las manchas que se anota la justicia rionegrina en la provincia donde desapareció el peón Daniel Solano.

La abogada de la familia, Gisel Moreira, presentó en la marcha por el sexto aniversario de la desaparición las últimas novedades del caso. Por primera vez en la causa la familia tuvo acceso al expediente y pudo informarse sobre allanamientos que se realizaron en lugares donde pudo haber estado Carlos antes de desaparecer. Esto se ha logrado con la perseverancia en la búsqueda de la verdad y por eso convocó a todos a mantener el reclamo en la calle.

En compañía de familiares y amigos de Daniel Solano y Luciano Arruga, el padre de Matías Casas (víctima de gatillo fácil), y la madre de Braian Hernández (también víctima de gatillo fácil), se marchó por las principales calles de la ciudad con cánticos que apuntan sobre todo a la responsabilidad del Estado.

Las hermanas de Esteban Machuca, oriundo de General Godoy, trabajador rural desaparecido hace 8 meses en La Pampa, mandaron un gran saludo a los familiares

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